Carlos comenzó a escribir en su juventud en Sudamérica tras descubrir a Julio Cortázar.
Ganó un concurso con una obra de teatro para niños.
Después de ello escribió cuentos cortos que no eran políticamente correcta en ese tiempo. Esos relatos s encuentran durmiendo en cajas de cartón.
Una vez en Suecia como refugiado político comenzó a escribir nuevamente. Relatos cortos en español, que caben en un A4. Esos también "maduran" en cartones con la excepción de Los Compradores de Ojos, que una vez traducido al sueco ganó un concurso organizado por el periódico sueco Sydsvenska en el año 2002.
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